REFLEXIONES TERAPÉUTICAS BREVES

1. La emoción no necesita ser “arreglada”
A menudo intentamos analizar nuestras emociones para encontrarles una solución. Pero no siempre necesitan ser resueltas; a veces solo necesitan ser sentidas. Pregúntate: Si en lugar de luchar contra esta emoción, simplemente la escuchara, ¿qué me diría?
2. Lo que evitamos también nos moldea
No solo nos define lo que hacemos, sino también lo que evitamos. Las conversaciones que postergamos, las emociones que reprimimos, los recuerdos que no queremos mirar… Todo ello sigue influyendo en nuestra vida. ¿Qué pasaría si en lugar de evitar, nos acercáramos con curiosidad?
3. Comprender no siempre cambia lo que sentimos
Saber de dónde viene nuestro dolor no siempre nos libera de él. El cambio ocurre cuando podemos sentirlo de otra manera: con seguridad, con compañía, con espacio para ser sostenido. No se trata solo de entender, sino de reexperimentar de un modo diferente.
4. La autocompasión no es indulgencia, es reparación
Muchos temen que si se tratan con más amabilidad, se volverán débiles o “flojos”. Pero la dureza solo crea más bloqueo. La autocompasión no significa justificarlo todo, sino ofrecerte el mismo apoyo que le darías a alguien que amas.
5. El cuerpo recuerda lo que la mente olvida
Podemos decirnos que “ya pasó”, que “no es para tanto”, pero el cuerpo guarda la historia de lo vivido. Un nudo en el pecho, una tensión en la mandíbula, un impulso de huir… A veces, sanar no es racionalizar más, sino escuchar lo que nuestro cuerpo aún intenta decirnos.
6. La vergüenza nos encierra, la conexión nos libera
La vergüenza nos hace creer que debemos escondernos para ser aceptados. Pero lo que más necesitamos en esos momentos no es más soledad, sino una mirada que nos diga: entiendo lo que sientes y sigues siendo valioso tal como eres.
7. La herida relacional se sana en relación
Si el dolor viene de experiencias en las que no fuimos vistos, escuchados o validados, la sanación no puede ser solo un proceso individual. Necesitamos experimentar nuevas formas de ser acogidos en presencia de otro.
8. No siempre es que no puedas, a veces es que nunca te enseñaron cómo
Muchos nos juzgamos por no saber poner límites, regular emociones o recibir afecto. Pero, ¿y si en lugar de verlo como un fallo personal, lo viéramos como algo que nunca nos fue enseñado? El aprendizaje es posible, incluso en la adultez.
Si te gusta este estilo, dime y puedo escribir más. También podríamos enfocarlas en temas más específicos como apego, regulación emocional o terapia en sí. ?